Hoy es jueves 22 de marzo y nos encontramos a la altura de la costa norte de Florida en los EE.UU, en una latitud de 30º 30´N y 72º 23´W de longitud.
El pasado lunes 19 soltamos amarras desde la Marina de Valentine’s en Harbour Island, Eleuthera en Las Bahamas y tras sortear un intricado y peligroso canal de salida pusimos proa a las Islas Bermudas a 760 millas, 1400 kilómetros de distancia.
Por la popa dejamos este archipiélago fantástico, de gentes sonrientes y amables, con islas maravillosas y con un alto nivel de vida.
En este viaje por aguas caribeñas y atlánticas, hemos navegado por numerosos países y bellas islas y, aunque me es difícil, voy a escoger los cuatro sitios que más me han sorprendido por su belleza. Dos están en Venezuela y son los Roques e Isla de Aves. Y los otros dos están en las Bahamas: Hogsty Reef y Conception Island. Todos tienen en común que son islas solitarias y deshabitadas, bañadas por aguas de colores increíbles, y son como siempre han sido desde hace miles de años.
Llevamos ya tres días ciñendo contra los vientos alisios del NE, predominantes en esta época del año y en estas latitudes. La vida a bordo se hace difícil por la fuerte escora que lleva el barco y es primordial estar bien agarrado para no salir despedido.
La predicción meteorológica para mañana anuncia que los vientos giraran al Oeste, que son los vientos constantes que soplan en la zona templada del Hemisferio Norte y que nos empujarán directos a Bermudas, donde esperamos llegar el domingo. Es una maravilla, a la que no solía estar acostumbrado, poder disponer de la tecnología para recibir diariamente, vía satélite, un parte muy detallado de los vientos que nos esperan para los próximos días y así poder establecer una derrota adecuada para que los temporales no nos maltraten demasiado. Y es que hacer la vuelta desde el Caribe a Europa en marzo supone enfrentarse a unas condiciones que pueden ser muy duras en el Atlántico Norte.
Ahora nos encontramos navegando por el Mar de los Sargazos, que en los años XVII y XVIII tuvo la tétrica fama de ser un lugar de cementerio de buques a vela. Este mar se caracteriza por la frecuente ausencia de vientos, corrientes marinas y una gran abundancia de plancton y algas, llamadas sargazos, que forman bosques marinos superficiales que pueden extenderse por todo el horizonte y constituir un formidable escollo para la navegación. Este mar ha inspirado innumerables leyendas y mitos, pero de momento no os preocupéis, los sargazos no han detenido el avance del Sirocodiez.
Y continuaré hablando de leyendas, ¿sabéis que también estamos navegando por el misterioso Triangulo de las Bermudas?
Pero de este famoso triangulo os hablaré, si salimos bien parados, en una nueva entrega…
Desde Valencia os deseo una magnifica travestis de vuelta.Estube con Alejandro en su escuela poco antes de ir a encontraros para el viaje.Espero que podamos recibidos de alguna manera en Abril cuando lleguéis a Valencia.Un fuerte abrazo y todo lo mejor para la utravesia. Chema
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