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lunes, 23 de abril de 2012

¡El Sirocodiez regresa a Valencia!


Hoy a las 12 horas el Sirocodiez y su tripulación llegan felices a casa después de un largo viaje de medio año. La bienvenida no puede ser más calurosa. Hacemos las últimas millas en conserva con algunos barcos amigos que nos vitorean y nos saludan. En los muelles del Real Club Náutico de Valencia se congrega un nutrido grupo de familiares y amigos que nos jalean y nos brindan una calurosa acogida. Ante todo, quiero dar las gracias a todos los que os habéis acercado a darnos la bienvenida.
Por la popa quedan acumuladas 11.200 millas que son  20.100 kilómetros navegados por una docena de países y diferentes mares allende el océano. Hemos acumulado una muy buena experiencia marinera y, pese a las condiciones difíciles que nos hemos encontrado, estamos felices de acabar este viaje sin percances. Por esta vez salimos victoriosos de nuestra contienda con los arrecifes traicioneros, los mares bravíos y los piratas desalmados.
Sin apenas tiempo para descansar el lunes empezaremos a preparar el barco para la temporada que comienza en unos días el próximo puente del primero de mayo.
Para acabar recordaré el poema de Constantin Cavafis, griego de la Alejandría –la del siglo XX-.
El poema se llama “Ítaca”, la pequeña y escabrosa isla del mar Jónico, convertida en símbolo del eterno retorno, del paraíso íntimo y familiar evocado en la Odisea de Ulises.
 Cavafis se dirige a Ulises, le dice, caviloso:
Cuando retornarás a Ítaca,
procura que tu camino sea largo,
rico en aventuras, en experiencias.
No temas a los lestrigones, a los cíclopes
ni a la cólera de Neptuno.
No hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento…

Y añade:
Procura que tu camino sea largo,
Que muchas sean las mañanas de estío
en las que, ¡con qué delicia!,
arribarás por vez primera
a puertos que nunca habías visto…

Y continua:
Cuando abordes al fin tu isla
en los días de tu vejez, rico
con cuanto hayas ganado en tu camino,
sin esperar que sea Ítaca la que te enriquezca.
Ítaca te ha dado este hermoso viaje.
sin ella, no hubieras emprendido el camino

Gracias a todos por vuestras muestras de ánimo y apoyo, por habernos seguido en esta singladura, vosotros navegando en vuestras casas, y yo sintiéndoos muy próximos.
Perooo, este blog no se acaba aquí, que le he cogido gusto al teclado del ordenador. En unos días tengo preparadas unas nuevas entradas en las que haré un pequeño homenaje a los países que hemos visitado.
Sed felices y hasta pronto…



















sábado, 21 de abril de 2012

Sobre el final de esta travesía y las posibilidades de un viaje largo para un navegante europeo.


Los temporales y los fuertes vientos nos persiguen también en el mar Mediterráneo. El martes pasado soltamos amarras en el puerto de Barbate y tras una cómoda travesía a vela  cruzamos el estrecho de Gibraltar y recalamos en Marina Bay en Gibraltar para pasar la noche. El miércoles reanudamos nuestra singladura navegando por el Mar de Alborán y pronto se estableció un fuerte temporal de poniente que nos hacía navegar a toda velocidad. Por la noche el viento arreció y soplaba entre 38 y 45 nudos, con rachas de 50 nudos y olas de 4 metros. La mayoría de la tripulación de “proyectos” de Capitanes de Yate en prácticas me comentó que nunca en su vida marinera habían navegado con tanto viento y mar, y se sentían seguros y sorprendidos al mismo tiempo por lo bien y lo fácil que es navegar en el Sirocodiez en estas duras condiciones.
Cada navegante debe conocer los límites de su barco y los suyos propios. Asimismo, debe intentar navegar con un poco más de viento que el que tuvo la última vez para mejorar sus destrezas y poder estar preparado antes condiciones duras.
El jueves rebasamos a las 10 horas el Cabo de Gata y pudimos fondear en la Isleta del Moro para descansar y comer tranquilos. Por la tarde llegamos finalmente al puerto de Garrucha, donde el temporal había remitido y hoy viernes navegamos con una mar en calma rumbo al Cabo de Palos.
Algunos de vosotros me preguntáis qué posibilidades tiene una navegante de hacer un viaje largo por mar. En primer lugar, el barco no puede ser una motora porque no son de fiar con mal tiempo y no tienen autonomía de combustible para largos viajes. Se necesita un barco de vela, muchos navegantes ya lo tienen y quizá también algo de dinero, pero desgraciadamente les falta el tiempo. Para un viaje al Caribe son necesarios entre 6 y 8 meses para ir, estar y volver. Para una vuelta al mundo se necesita un mínimo de 2 a 3 años. Tened en cuenta que un velero, a diferencia de una motora, es seguro el cualquier mar, pero desarrolla una velocidad baja y necesita esperar en cada mar del mundo la mejor temporada para tener vientos a favor en su singladura.
Elegir el destino para un navegante europeo es fácil porque las posibilidades son muy reducidas y enseguida lo vais a entender. En verano nadie va al Caribe porque hay huracanes y en el Mediterráneo hace buen tiempo. Cuando llega el frío a Europa es tiempo de emigrar como los pajaritos y buscar el buen tiempo. Moverse por el Mediterráneo queda descartado porque en invierno es un mar hostil y hace mucho frío. Intentar ir por el Mar Rojo y el Océano Indico es una locura porque no hay infraestructuras, y como  es obligatorio pasar por el estrecho de Adén y Somalia, allí te están esperando los piratas para cortarte el cuello. Descartado el este, también descartamos el norte de Europa. La costa oeste de África es otra locura porque sus países ribereños son inestables, no tienen infraestructuras y los yates no son bienvenidos.
Al final solo queda ir hacia el Sol poniente. Tenemos la posibilidad de cruzar las complicadas calmas ecuatoriales e ir a Brasil o mejor navegar impulsados por los Alisios  hasta las Antillas y disfrutar allí de un cómodo invierno tropical, que no suena nada mal. Cristóbal Colon, tras muchas reflexiones, y un poco de suerte, mostró cómo se podía ir a las Indias Occidentales y sobre todo como volver de allí.
Los vientos alisios se originan por el movimiento de rotación de la Tierra. Las calmas ecuatoriales del Océano atlántico están situadas entre los 5 y 10 grados norte y son  una zona de convergencia de los alisios del NE del hemisferio norte y los alisios de SE del hemisferio sur. Por el norte de las calmas tenemos vía libre para tener una buena singladura navegando a vela desde las Canarias hasta las Antillas empujados por los vientos alisios que soplan regularmente desde Noviembre hasta Enero, meses de iniciar la travesía de ida.
La vuelta desde el Caribe hasta Europa depende de la posición del Anticiclón de las Azores. En invierno y primavera está situado más al sur lo que deja una ventana abierta para el paso de todas las borrascas que vienen de América asegurando días de mal tiempo en España y en el resto de Europa. Los veleros, como es nuestro caso, que iniciamos la vuelta en Marzo o Abril tenemos asegurados vientos fuertes del Oeste y mala mar. La travesía de vuelta se iniciaría en mayo o junio si queremos volver con unas condiciones mejores, coincidiendo con el inicio de la temporada de huracanes en el Caribe.
Atracados en las Azores, en un día ventoso y con muy poco espacio en la marina, presenciamos varios intentos infructuosos de atraque del velero “Nicole” de 15 metros tripulado por dos parejas de jóvenes franceses. Sentíamos en el rostro fatigado de su joven patrón su frustración. Al final con un poco de ayuda pudieron felizmente atracar el velero  y en su caras vimos la alegría que se reflejaba llegar a puerto después de 45 días de difícil travesía desde Brasil hasta La Rochelle en la costa atlántica francesa. No es una ruta habitual de navegación y se tuvieron que enfrentar a condiciones muy variables de viento y del estado del mar. Sí, fueron 45 días de travesía y aún les queda llegar a Francia por el complicado cabo de Finisterre y el Golfo de Vizcaya.
Volviendo a nuestra travesía, en estos momentos tenemos el Cabo de Palos por la proa y tras rebasarlo nos dirigiremos al puerto de Torrevieja para pasar la noche. El próximo domingo 22 a las 12 horas del mediodía atracaremos en el Real Club Náutico de Valencia y daremos por concluido nuestro bonito viaje.

La tripulacion al completo posando en Marina Bay, Gibraltar, tras completar nuestra primera etapa recien llegados de cruzar el Estrecho de Gibraltar




Aqui estamos analizando el parte metereologico en un archivo U-Grib y vemos que el Mar de Alboran va estar muy revoltoso a nuestro paso

Temporal duro en el Mar de Alboran, con vientos de 38 a 45 nudos, con rachas de 50 nudos y olas de 4 metros. Por la proa el Cabo de Gata.


La tripulación brindando por haber sobrevivido a las furias de Eolo

Aqui teneis lo aplicados que son mis alumnos, "Proyectos de Capitanes de Yate", uno atento al rumbo, otros con el calculo de la meridiana y tomando la altura instrumental del Sol

 En el Sirocodiez se come muy bien




Fondeados en la Isleta del Moro y aprovechamos para practicar con el Sextante

" Sueños de marino"



Atracados en el Náutico de Torrevieja

Disfrutando de las empanadillas de la madre de Vicente. Mis felicitaciones


lunes, 16 de abril de 2012

Por la proa el Cabo San Vicente en Portugal, ¡ya estamos casi en casa!

El domingo 14 de Abril, en nuestro séptimo día de travesía y a las 9 de la mañana rebasamos “la barbilla” de la Península Ibérica, el extremo meridional de nuestro vecino Portugal y nos adentramos en aguas del golfo de Cádiz.
Desde que salimos de viaje el pasado noviembre llevamos navegadas 10.800 millas, que son unos 20.000 kilómetros. Dentro de poco nos adentraremos en nuestro querido y conocido Mediterráneo y toda la tripulación de abordo está profundamente satisfecha  navegando ya en aguas españolas, después de un viaje tan largo y de haber podido superar todos los problemas y los innumerables peligros reales que existen por los mares que hemos surcado.
En estos momentos navegamos a buena velocidad impulsados por un fuerte viento del norte. Hace mucho frío a pesar de que luce el sol después de muchos días de ausencia. En cubierta, el viento del NW arrecia a 30 nudos, lo que se llama temporal, y nos empuja directos a nuestro destino.
 En la pantalla del radar se muestran doce ecos de grandes barcos mercantes, de ellos vemos cuatro que nos alcanzan por la popa y tres que vienen por la amura de babor. Nos estamos aproximando al Estrecho de Gibraltar, una de las zonas de más intenso tráfico marítimo del mundo. Todo el comercio marítimo de Europa con Asia pasa por estas aguas camino del Canal de Suez. La guardia de esta noche se presenta animada, esquivando estas inmensas máquinas flotantes.
Es increíble, 7 días navegando solo con la fuerza del viento. Continuamos con vientos favorables desde que salimos de las Azores, sin haber arrancado el motor para nada. Y si contamos la etapa desde Bermuda serian 3.000 millas, unos 5.700 kilómetros en los que el viento ha sido el protagonista del viaje. ¡Qué delicia para cualquier apasionado de la navegación a vela! Sí, en verano nuestro querido Mediterráneo es un mar para disfrutar, pero es imposible hacer largas singladuras.
Al final, a las 10 de la mañana del lunes 15 frente a la almadraba de Barbate nos aproamos al viento y recogemos las velas que nos han estado impulsando desde que las izamos a la salida del puerto de Horta, hace ya una semana. Aprovecharemos para recuperar energías y mañana haremos cambio de tripulación. Unos se van y llega un grupo de Capitanes de Yate que realizarán a bordo del Sirocodiez las prácticas oficiales obligatorias  para obtener su titulación náutica. Mañana martes con una buena predicción meteorológica con vientos del oeste abordaremos el siempre complicado paso del Estrecho del Gibraltar en nuestra etapa final hasta Valencia.
La tripulacion posando en los muelles coloreados de Horta





 Al fondo la isla de Pico en las Azores, la máxima elevación de Portugal


 Alejandro corrigiendo nuestra posición tomando la meridiana del Sol


 El bar de Peter es una parada obligatoria de todos los navegantes oceánicos que recalan en la isla de Horta

 Aquí estamos en el Bar de Peter posando con Peter junior, la tercera generacion del fundador del mítico bar


 La isla de Faial es tierra de volcanes impresionantes como este


¡Vaya frío que hemos pasado en esta etapa!


 Aquí la tripulación en los muelles de Barbate posa satisfecha después de una larga y cansada etapa




sábado, 7 de abril de 2012

El Sirocodiez llega a las Islas Azores

Dentro de poco, en Junio, se inicia la temporada oficial de huracanes en el Caribe y muchos barcos que se encuentran en la zona empiezan a hacer los preparativos  para el viaje de regreso a Europa. Nosotros hemos sido de los más madrugadores en abandonar esas aguas cálidas, pero las obligaciones laborales y familiares apremian.
Nos encontramos  navegando a 100 millas de destino con un fuerte viento en contra en este viernes santo 7 de Abril. Los elementos se están confabulando en nuestra contra para impedirnos alcanzar nuestro merecido descanso en puerto. Sopla viento del Este de 30 nudos. Navegamos ayudados por la potencia del motor y el barco sufre cada vez que golpean con la proa las grandes olas que tiene que ir remontando.
Por fin a la media noche alcanzamos las aguas protegidas del puerto de Horta en la isla de Faial, una de las nueve islas que componen el Archipiélago de las Azores. Acabamos de concluir esta singladura de 1.853 millas, unos 3.500 kilómetros, y hemos sufrido unas duras condiciones de navegación que han puesto a prueba al barco y a su tripulación.
Esta etapa nos ha permitido establecer unos registros dignos de mencionaros, cosa que hago a continuación:
- La máxima velocidad desarrollada por el Sirocodiez fue de 17,0 nudos.
- La máxima distancia navegada a vela en 24 horas ha sido 183 millas, a una media de 7,6 nudos.
-Hemos navegado durante 9 días con  vientos que prácticamente no han bajado de 30 nudos (Fuerza 7), muchas veces han soplado a 40 nudos ( Fuerza 8-9) y algunas veces han soplado con intensidad de Fuerza 11.
- Hemos sufrido unas violetas rachas de viento de 55 nudos (Fuerza 10), que navegando muy rápidos de aleta suponen que el viento real era superior a 60 nudos (Fuerza 11).
- Las olas más grandes debían tener unos 6 a 7 metros.
- Hemos navegado a vela durante 10,5 días sin interrupción en los que el sonido del viento ha sido nuestro fiel acompañante.
Y la travesía continúa. Ismael, Nicolás, Emilio y Marta se acaban de incorporar a la tripulación en el puerto de Horta que dispone de una de las mejores marinas en las Azores y es punto obligado de parada en los veleros que vuelven de América rumbo a Europa. Los pantalanes de la Marina bullen de actividad con los veleros y los grandes buques escuela atracados. El puerto está lleno de  pintadas de los diferentes barcos que recalan en este puerto y dejan su testimonio grafico. Franceses, británicos, noruegos, daneses, italianos y algunos poquitos españoles nos encontramos en el Bar de Peter, punto obligado de encuentro para refrescarnos con una buena cerveza fría y comentar todo lo que hemos vivido en estos días de navegación. Disfrutamos durante dos días de la hospitalidad de esta isla y  de sus volcanes y bellezas naturales.
 Y una vez bien descansados iniciamos hoy lunes 9 de Abril la siguiente etapa que nos llevará hasta nuestro querido y sufrido país. Por la proa tenemos 1.100 millas, unos 2.100 kilómetros hasta que alcancemos el puerto gaditano de Barbate. Las predicciones meteorológicas son buenas y con la ayuda de los vientos del norte confiamos llegar el próximo lunes.
Disfrutad de las fotos de la pasada travesía y hasta pronto.


Aquí me tenéis rapadito recien salido de las Bahamas, fiel a mi tradición de pasarme la máquina al partir en el viaje de vuelta rumbo a Casa

 
 Un estupendo Bonito del Norte picó antes de llegar a Bermuda

 Aquí tenéis la prueba de la velocidad máxima del Sirocodiez registrada por el GPS.  en 17,0 nudos !Y navegamos a 10,9 nudos, que tampoco está nada mal!

 Carlos cogió un buen Dorado o Llampuga

Enfilando el canal de entrada a St. George en Bermuda


 Aquí estamos posando en Bermuda disfrutando de la vista antes del Temporal. Faltan Alejandro y Joseba que como son tímidos no querían posar



El traje de agua fue mi vestimenta durante 8 días de dura travesía


 Grandes olas acechan por la popa








El Sol nos brindó unas pocas horas de atencián y aprovechamos para secar los desperfectos