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sábado, 25 de febrero de 2012

Hogsty Reef, un atolón perdido al sur de Las Bahamas













Hoy 20 de febrero hemos fondeado en un lugar solitario y desolado, en medio
de la nada, un lugar de innumerables tragedias.  Su nombre en ingles es
“arrecife pocilga”, no haciendo el nombre honor al sitio. Se llama Hogsty Reef y es
una barrera contínua de coral, con forma de herradura de 5 millas de largo
por 3 millas de ancho, con solo una pequeña entrada que da acceso a un
lagoon interior protegido. El arrecife tiene dos pequeños cayos de arena
de unos 200 metros de largo que solo levantan 1 metro sobre el nivel del
mar. Uno de ellos tiene un pequeño faro que, como parece costumbre, no
funcionaba cuando pasamos por allí. El resto del arrecife es un cinturón
contínuo de coral de muchos kilómetros que al permanecer sumergidos a pocos
centímetros han sido la trampa perfecta para innumerables barcos a lo largo
de muchos cientos de años. Literalmente estamos en un cementerio de los
navíos que tuvieron mala suerte en su vagabundeo por estos complicados
mares.
Se encuentra en mitad de la nada, a unos 80 kilómetros de distancia de
Mayaguana y de Great Inagua, dos islas escasamente habitadas al sur de Las
Bahamas.
Cuando nos aproximábamos esta mañana con cautela al arrecife, desde lejos
eran bien visibles los restos destrozados de un gran barco mercante que
naufragó en la parte norte. En la parte sur del arrecife también divisamos
otro barco, que desde lejos tenía la forma de buque oceanográfico o quizá
un barco de buscar tesoros. Aunque como veis en las fotos, equivoqué mi
predicción, ya que se trataba de otro naufragio. Viéndolo, caminando sobre
su cubierta corroída, me sobrecoge la tragedia de este barco, siento el
impacto, el crujido ensordece después de que el Capitán, a toda máquina, se
cruza en su derrota con este maldito arrecife y empotra su barco
irremisiblemente contra los corales.
Sitio emblemático de buceo, alejado y remoto, solo visitado muy
esporádicamente por pescadores. Nuestra guía de inmersiones le asigna 5
estrellas y la inmersión ha sido interesante, quizá algo complicada y
peligrosa por la fuerte corriente reinante y la caída hasta el azul oscuro
del abismo que da vértigo contemplado con toda la transparencia de sus
aguas cristalinas. Lo que me está sorprendiendo de las Bahamas es la
claridad de sus aguas. En la inmersión que hicimos era una pasada estar haciendo la parada de descompresión cogidos al cabo del ancla de la barca a 10 metros de profundidad y
ver el fondo 50 metros más abajo. Increíble
¡Ah! Se me olvidaba. Hoy hemos disfrutado este sitio inhóspito porque la
meteorología nos ha obsequiado con el mejor día desde que salimos por la
puerta del Estrecho de Gibraltar. Un día diáfano y claro, sin una nube y
con el viento en calma.
La foto del bicho con cuernos es un habitante habitual de estas aguas y
por cierto, muy sabroso. Disfrutad de las fotos y hasta la próxima entrega

jueves, 23 de febrero de 2012

Ya estamos en Las Bahamas

Hemos llegado a la isla de Mayaguana al sur de las Bahamas procedentes de Turks y de Caicos. Es un isla de poca elevacion, de escasa altura y muy poco habitada. Sus aguas sorprenden por su transparencia. Las Bahamas pueden presumir de tener estas aguas tan limpias por la ausencia de rios, estar muy poco habitadas, sin agricultura y por la influencia de los vientos alisios que empujan aguas muy limpias del atlantico norte.
Las Bahamas, antiguas islas de piratas y bucaneros, abarcan unas 300 islas, de ellas solo 25 estan habitadas, y se extienden a lo largo de unos 1000 kilometros, sobre el Tropico de Cancer en el Atlantico Norte, desde la costa este de Florida hasta el norte de Haiti.
A diferencia de otras ex colonias del antiguo imperio Britanico que mantienen estrechos lazos y dependencia con su antigua colonizadora a traves de la Commonwealth, Las Bahamas decidieron por referendum la total independencia del Reino Unido en 1973. Y es que no necesitan para nada a los British, su economia marcha muy bien gracias al turismo de sus vecinos norteamericanos que tienen en estas islas uno de sus destinos favoritos para disfrutar de un tiempo tropical en sus playas. También he de deciros que este paraiso se convierte muy a menudo en un verdadero infierno cuando los huracanes la golpean.
Y seguimos en nuestro periplo sin encontrar otros veleros navegando por estas aguas. He de comentaros que a diferencia de mi viaje anterior por las pequenyas Antillas en el Caribe en los años 2004 -2005 , en el que vi muchos barcos navegando, en este viaje apenas he visto veleros, salvo unos pocos en las navidades en los Roques y en Grenada. En Barbados, Tobago, Venezuela, Bonaire, en la Republica Dominicana y en Turks and Caicos no habia casi ningun velero extranjero navegando. Es cierto que las pequenyas Antillas quedan mas proximas a Europa, la navegacion es mas sencilla y cuentan con una mejor infraestructura para acoger a los yates de recreo, en cambio en estas aguas hay pocas facilidades para los yates, los tramites burocraticos de entrada a los paises son lentos y complicados y las navegaciones son mas largas y complicadas y en cambio podemos disfrutar de muchos lugares salvajes y virgenes, y con tanta naturaleza y soledad que sobrecoge.
Y volviendo a las Bahamas, la siguiente isla que visitamos fue Great Inagua, la isla mas meridional de este archipielago y la mas proxima a Cuba, que sera nuestro siguiente destino. Great Inagua es tan grande como Ibiza pero con solo 1500 habitantes que viven mayoritariamente de la explotacion de las salinas. No tiene nada de turismo, y por ejemplo intentar comprar aqui una camiseta de recuerdo es imposible. Y como no hay otra cosa mejor que hacer me voy a bucear, hasta pronto…

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jueves, 16 de febrero de 2012

Un día intenso de emociones



Ayer martes 14 de febrero fue un día de intensas emociones en la isla de Providenciales, o Provo como la llaman por aquí. Algunas de ellas fueron muy placenteras y otras emociones fueron de las que templan el carácter, de las que puedes acabar muy mal parado.
Empezamos el día fondeando en North West Point una reserva marina, frente a Tiki Hut, un complejo de cabañas con aire de los Mares del Sur, en donde se rodo un reality francés de esos que consisten en entretener a un público poco exigente y  presenciar cual de los concursantes es mas jilipollas,  haciendo diferentes sandeces entre la playa y en los preciosos fondos marinos. Y en estos  fondos marinos hicimos una de las mejores inmersiones de nuestro periplo, y en ella sentí la primera emoción placentera que os relataba. La inmersión comenzó a 13 metros de profundidad donde está sumergida unas enormes jaulas empleadas en el concurso y que ahora son el hogar de una gran cantidad de peces. Continuamos la inmersión buscando más profundidad y a unos pocos de metros llegamos a una caída impresionante. En ingles es “The Droop off”, y consiste en que el fondo marino se precipita en una caída vertical total hacia un abismo azul, desde los 13 metros hasta unos mil metros. Si, es increíble llegar a la caída y te dejas caer abriendo los brazos y piernas, como si estuvieras volando y empiezas a descender. Las aguas son tan claras que tienes que estar pendiente del profundimetro para no tener ningún disgusto. Nos estabilizamos a unos 40 metros de profundidad y guaaa! un majestuoso tiburón merodeaba por la pared se acerco  curiosos a ver si era comestible y pude hacerle una toma con la cámara de video. Fantástico! Después seguimos admirando la gran variedad de corales con la que estaba tapizada toda la pared y la visita de algún mero de gran tamaño. Aquí los bichos marinos saben que están en una reserva marina y se muestran confiados y curiosos.

Continuamos viaje en dirección a Turtle Cove Marina a 8 millas de la inmersión. Para acceder a la Marina hay que atravesar el cinturón de arrecifes que rodea toda la parte norte de esta isla.  Cuando llegamos a la entrada no estaban las primeras boyas rojas y verdes que señalan el paso. Las enormes olas rompían sobre la barrera de arrecifes y cuando lo tuvimos más o menos claros, haya nos lanzamos surfeando sobre las olas, en donde un pequeño fallo de unos metros te deja sin barco y sin pellejo. Fue una entrada de las que no recomiendo a ningún marino. Después de continuar jugando al eslalon durante unos 4 kilómetros sorteando peligros arrecifes, pero con la ayuda de las boyas rojas y verdes, que en esta caso sí que se encontraban en donde tocaba. Y parece que nuestra pericia iba a tener un  final de peli americana, pero la fortuna nos dejo. A unos 500 metros salió  a nuestro encuentro una motora de la marina, que los cabrones ya nos  podían haber esperado en la entrada del arrecife para indicarnos bien el camino y no jugárnosla a cara o cruz. Cuando llegamos a la bocana del puerto vemos que su anchura es diminuta y tenía un banco de arena que aun la hacía más estrecha. Y al intentarlo, ahí nos quedamos clavados, ósea varados como se llama en el lenguaje marinero. Era marea baja y casi unos bañistas tocan el casco del barco. Por suerte el fondo era de arena y no le pasó nada al casco y con algunos intentos, nos remolcaron marcha atrás en donde fondeamos frente al puerto para pasar la noche. Y nuestra ocasión de entrar era para hoy miércoles a las 14 horas y 30 minutos cuando tendríamos marea alta y el agua sube 50 centímetros con relación a la marea baja. Y allá vamos, con la motora de la marina haciendo de práctico. Al llegar a la barra de arena, ¿qué paso? Pues que nos volvimos a quedar clavados, pero da gusto tener 250 caballos de motor y poniéndolos casi a tope les dejamos a la marina un canal pero que muy bien dragado.
El problema lo tenemos ahora para salir, porque entramos con 700 litros de agua dulce en los depósitos y ahora tendremos más calado  hasta  completar los 2.200 litros que caben para poder aguantar unas semanas hasta que lleguemos a algún puerto cubano o de las Bahamas. Porque si,  mis queridos lectores, por aquí no es como en el Mediterráneo, los puertos escasean o son inexistentes, casi siempre toca fondear.
Y como siempre hay que tener un plan B, por si la cosa se tuerce. Como sabéis existen dos pleamares al día y dos bajamares y nuestro plan B consiste en salir en la marea alta de la noche, que según las tablas nos da unos 30 centímetros mas de agua que con relación a la marea alta del mediodía. Pero esto queda pendiente para una nueva entrega…



miércoles, 15 de febrero de 2012

Curiosidades del viaje de Colón, y de otras sorpresas que encierran estas aguas caribeñas

Como sabéis, Cristóbal Colón, el almirante de la mar océana, iba un poco perdido en Octubre de 1.492 en las aguas por donde ahora esta navegando el Sirocodiez. Se encontraba con poco éxito  buscando las Indias Orientales. Cuando ya llevaba 36 días de travesía desde las Canarias y consciente del alarmante descontento de su tripulación, pensaba que peligraba su mando en la expedición,  su integridad física y el de ciertas partes muy importantes dentro de la anatomía de un varón. Y en ese justo momento, cuando se encontraba encerrado en su camarote, un doce de octubre del año de nuestro señor de 1.492,  oyó aliviado el esperado grito de “Tierra a la vista”.
A esta isla donde desembarcaron la llamo Guanahani y a este momento quería yo llegar. Porque los historiadores no se ponen de acuerdo si esta isla es la actual Salvador en las Bahamas, en donde esta tripulación navegará dentro de poco, o si es la isla del Gran Turk, donde ya queda por nuestra estela. Disputas aparte, lo que si está claro es que viendo que en estas perdidas islas, Colón no tenia  mucho futuro, decidió persuadir con unos grilletes a cuatro infelices nativos lucayanos  para que los condujera a una isla más grande y quizá mas rica, hacía  el sur en donde quizá se le pusiera mas de cara la diosa fortuna. Como navegante y  si veis una carta náutica me cuesta comprender como  tuvo la suerte de poder navegar desde este lugar en contra de los vientos alisios dominantes y con la cantidad de arrecifes que hay en la ruta, dispuestos a mandar a las carabelas y a sus marineros a dormir a los fondos marinos.
La cuestión es que Colón y sus secuaces,  desembarcaron en la Playa Rincón en la Republica Dominicana, último punto de recalada del Sirocodiez en esta isla, y después continuaron hacia el sur de la isla y a las laderas del Rio Ozama, en donde fundaron Santo Domingo, la primera capital del futuro impero español en las Indias Occidentales, que no Indias Orientales.
Y cambiando de tema, aunque no de las aguas donde me encuentro ahora. Hace poco leí que lo que más les llama la atención a los astronautas al observar la Tierra desde el cielo en los días claros, son tres cosas. La primera es una creación humana, la Gran Muralla China, debido a su longitud. Las otras dos cosas pueden ser más difíciles de acertar y son obras de la madre naturaleza. Una es el inmenso y desolado vacío del desierto del Sahara. Y la otra es la deslumbrante claridad de las aguas turquesas que circundan las Islas de Turks y Caicos. El Banco de Caicos es casi  un perfecto atolón coralino de unas 60 millas de ancho, unos 110 kilómetros, con unas aguas someras que oscilan entre los 2 y 4 metros,  con fondos de arena, salpicados de arrecifes y cabezas de coral aisladas, lo que hace su navegación interior terreno prohibido para nuestro velero. Y este inconveniente lo sufrimos ayer. Porque si, mis queridos lectores, en estas latitudes donde reinan ininterrumpidamente los vientos alisios del nordeste y del este, ayer nos entro un frente con vientos fuertes del oeste rolando al norte, lo que nos hizo que la travesía desde Turks hasta Caicos de 110 millas, fuera un pequeño suplicio, o un gran suplicio depende de que grumete de abordo opine. Fondeamos a la media noche en West Caicos Island, cansados, a una hora un poco tardía y poco recomendable por lo peligroso que es navegar por estas aguas con tantos peligros acechando la flotabilidad de este navío.
Y mañana 14 de Febrero, día entrañable y ñoño para algunos, nos toca disfrutar de la comodidad de una marina. Esperamos atracar en Turtle Cove Marina, y si los vientos nos son favorables a finales de semana estaremos ya en las Bahamas.

viernes, 10 de febrero de 2012

Turks and Caicos Islands

A la media noche de ayer jueves 9 de Febrero fondeamos en Big Sand Cay perteneciente a las Islas de Turks y Caicos. Y como seguramente algunos de vosotros nunca habéis oído hablar de estas islas, empezare situándolas. Se encuentran al sudoeste de las Bahamas y al norte de la Republica Dominica y de Haití. Están formadas por unas 50 islas, de poca altura y muchas de ellas deshabitadas. Su bandera es  la Union Jack y dependen de la corana de Gran Bretaña.
Tuvimos una travesía muy cómoda de 170 millas con el Spinaker izado, en donde los alisios soplaron regularmente empujándonos a buena velocidad.  A mitad de travesía sorteamos los bancos de coral de Mouchoir  y el Silver Bank, tan grandes como la isla de Mallorca. Estas montañas submarinas, no llegan a formar islas visibles y son inmensas extensiones en donde ascienden las profundidades  desde miles de metros hasta unos pocos de metros de la superficie.
Las Islas Turks Y Caicos tienen más de de mar que de tierra, por analogía son como unos icebergs.  Están situadas sobre dos bancos de piedra caliza, cubiertos de coral y arena, con una mínima parte emergida y su mayor parte los forman unos fondos submarinos de poca profundidad , hábitat perfecto para toda clase de vida marina y una delicia para los amantes de buceo.
Esta mañana  cuando el sol estaba apareciendo por el horizonte me he pegado un refrescante chapuzon  y  nadando hasta la orilla disfrute de la soledad y la belleza de la playa de arena de Big Sand Cay . Sus únicos habitantes son las iguanas y los pájaros. Aquí los fondos son de una increíble transparencia a los que la Republica Dominicana no nos tenía acostumbrados.
Ahora estamos fondeados en el norte de la isla de Salt Cay, antiguo puerto ballenero y con unas antiguas salinas. Mañana queremos hacer una inmersión en la parte de poniente de la isla en donde hay una pared submarina que cae vertical de pocos metros a mas de mil metros de profundidad, en donde con un poco de suerte nos pueden acompañar el canto de las ballenas jorobadas, que entre enero y marzo frecuentan estas aguas .

martes, 7 de febrero de 2012

Navegando por la República Dominicana







El lunes 30 de enero de 2012 atracamos en la lujosa marina de Boca Chica situada a pocos kilómetros de Santo domingo la capital del país.
Hemos empleado dos y días y medio en cruzar el Mar Caribe de sur a norte. Cuatrocientas diez millas, unos setecientos sesenta kilómetros, nos separaban nuestro destino desde la isla holandesa de Bonaire. Los vientos alisios que soplan constantes del este al oeste en el ecuador terrestre , en esta época del año lo hacen con más intensidad y no nos han sido favorables, haciendo la travesía  realmente incomoda, nada que ver con la placidez de cuando cruzamos el atlántico y siempre los llevamos justos por nuestra popa.
Esta isla es bulliciosa y ruidosa, los altavoces suenan a todo volumen  con los ritmos locales del merengue y  la bachata. Por la televisión se alternan las telenovelas o el beisbol, el deporte mayoritario del país.
Hicimos una visita a la zona colonial de Santo Domingo en donde esta patente la herencia hispana. Me maraville en el museo del ámbar contemplando esta joya que viene de las resinas fósiles de arboles prehistóricos, y que algunas veces, gracias al azar atrapó a pequeños insectos. Supongo que os acordareis de la película “Jurasik Park”. Lástima que no tuviera los 1.500 dólares que me pedían por una preciosa joya que me gustaba.
Con el barco seguimos viaje recorriendo la costa sur y fondeamos en el interior del Rio Cumayasa,  un viaje al pasado.
Continuamos dejando atrás la Isla Catalina y La Romana y fondeamos en la reserva natural de Isla de Saona. Lugar con espectaculares playas de cocoteros pero que durante el día era invadida por hordas de catamaranes con las cubiertas a rebosar de turistas.
Nuestro siguiente destino era la Bahía de Samaná en la punta NE de la isla. Punto de peregrinaje de miles de ballenas jorobadas para reproducirse en su migración desde las aguas frías del ártico hasta estas aguas calentitas. Al fondo de esta bahía esta el Parque Nacional de los Haitises, de nuevo un viaje atrás en el tiempo. El paisaje son pequeñas islas cubiertas de vegetación y tupidos manglares, con unas impresionantes cuevas que fueron habitadas por indios prehispánicos. Las cuevas son cómodas de explorar con algunas grandes aberturas laterales llenas de vegetación y lianas en donde dejan colarse algunos rayos de sol. Aquí te sientes Harrison Ford rodando Indiana Jones, hasta que en tu ensoñación quizá te despiertes con la voz de Spilberg diciendo: “Corten … Joder, ya se han colado unos turistas en la toma “.
Pasamos una noche solos fondeados en este lugar de una belleza salvaje y sobrecogedora.
Hoy miércoles dia 8 de Febrero, si el viento y el oleaje lo permiten, fondeaderos en Playa del Rincón y despues pondremos proa hacia las islas de Turk and Caicos. Esperamos poder ver y filmar las ballenas jorobadas y quizá alguna nos deleite con sus espectaculares saltos y acrobacias. Pero esto ya os lo relatare en una siguiente entrega.

sábado, 4 de febrero de 2012

Lionfish: Wanted Dead or Alive


Si lo veis por el Caribe os lo voy a describir: es un pez precioso de entre 12 y 20 centímetros con rayas rojas y blancas, y con unas grandes aletas desplegadas a modo de plumeros.
Su nombre  en inglés es “The Red Lionfish” (Pterois volitans), y el nombre  le hace justicia con su estampa tan señorial y cautivadora. Pero el traductor al español parece que se confundió y le bautizo como " Pez Escorpión" , aunque como veréis más tarde no iba muy mal orientado.
Este pez es originario de la zona del Indopacifico pero debido a un escape de 5 de estos pececitos de un acuario de Florida (EEUU) hace unos años están colonizando rápidamente todo el mar Caribe. En todas las inmersiones que he hecho en Venezuela y Bonaire los he visto.
¡Ah, se me olvidaba ¡ NO TOCARLO, son muy venenosas sus aletas, pudiendo llegar en raras ocasiones a matar a una persona. A parte de este “pequeño problema”, está causando un gran impacto medioambiental de difícil solución en los arrecifes caribeños porque aunque tiene una imagen de bichito pacifico es un voraz depredador y de momento como es un bicho nuevo en el barrio los depredadores locales no lo identifican como una presa. Se reproduce rápidamente porque las hembras pueden  llegar a poner dos millones de huevos al año. Para intentar paliar el problema se corrió el rumor que su carne es afrodisiaca…
Pero no os hagáis ilusiones, porque encima si lo pescáis y lo coméis se os puede torcer la noche de placer y sentaros muy mal porque el bichito en cuestión transmite una toxina llamada ciguatera, propia de ciertos depredadores del Caribe.
Si lo ves avisa a las autoridades.