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jueves, 15 de marzo de 2012

Venezuela: la realidad de un país vista por una navegante español


Tenía ganas de escribir sobre este bello país y ahora que ya han pasado unas semanas  desde nuestra partida, intentaré describiros como lo he vivido.
Lo podría resumir así: el país se está ‘descuajeringando’. O para entenderlo mejor: camina marcha atrás, más que avanzar. Es un país con un potencial increíble. Tiene una zona costera diversa con infinidad de islas y bahías para convertirse en uno de los primeros destinos náuticos del mundo. Tiene selvas, ríos impresionantes como el Orinoco, grandes reservas de hidrocarburos, pero desgraciadamente está empapado de una apatía generalizada y de un futuro incierto.
Es difícil entender como la carretera que une su capital Caracas con Barcelona, una de las ciudades más importantes del país que dista unos 200 kilómetros, se encuentra en un estado lamentable y se necesiten unas 5 horas para cubrirla, con el peligro añadido, según dice todo el mundo, de que te pueden robar o secuestrar en el camino. Porque la seguridad, o mejor dicho la inseguridad aquí es un grave problema. Caracas tiene fama de ser en estos momentos una las ciudades más violentas del planeta y andar por ciertas calles puede ser sinónimo de jugarte la vida.
Es difícil entender, por ejemple, que en el Gran Roque, la única isla habitada de los famosos Roques venezolanos, se estropeé el generador que abastece de electricidad a los habitantes de la isla hace ya 5 meses y que aun no esté reparado, condenando a sus habitantes a disponer de muy pocas horas de electricidad al día, además de la molestia del rugido generalizado de infinidad de generadores privados para las pocas casas y posadas que se los pueden permitir.
En una terraza en Los Roques y disfrutando de una buena cerveza fría tuve una charla con el propietario sobre la actualidad en su país. Definió al actual presidente como un “aborto interruptus”, fruto de la historia reciente de este país. El problema, me seguía comentando, es que el que suceda al actual presidente probablemente lo hará peor. En sus palabras desbordaba una gran lucidez, no había ningún resentimiento político. Me comentaba que después de muchas décadas de sufrir el país de sucesivos gobiernos corruptos era necesario que surgiera un líder político que devolviera la esperanza a los más desfavorecidos, que son la mayoría de este país. Y así llegó al poder el actual presidente. El problema viene cuando un dirigente político se siente un salva patrias, un ser indispensable para sacar adelante a su país y su única forma de gobernar consiste en formular los mecanismos para perpetuarse en el poder. Como ahora, que tienen elecciones a la vista y acaba de llegar a puerto un cargamento inmenso de “Las Lavadoras del Presidente” para repartir entre los necesitados, futuros rehenes de un voto comprado.
Respecto a Chaves, una nativa de protuberancias siliconadas nos dijo que ha "encabronado" el país, que ha enfrentado a ricos contra pobres… lo que parece claro es que antes de su llegada al poder los pobres eran menos que nada en Venezuela o, como los llamaba Eduardo Galeano, los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Y cambiando de tercio, ¿sabéis cuánto vale aquí el gasoil? No lo vais a creer. Pero allá voy. En Puerto de la Cruz pagamos 60 euros por 600 litros de gasoil, lo que sale a 0,10 Euros el litro. En los Roques pagamos 100 bolívares por 200 litros, que equivalen a 9 Euros y sale a 0,045 Euros el litro. Sí, son 4 céntimos y medio un litro de gasoil, o sea, una de esas monedas birriosas de cobre que casi siempre despreciamos. Eso sí, el gasoil a veces es algo sucio,  lo compramos en garrafas y tediosamente hay que transportarlo y transvasarlo al depósito del barco.
Os hablaré ahora de la grave inseguridad del país. Antes de empezar nuestro viaje caribeño dudábamos sobre si suprimir o no Venezuela de nuestro itinerario, después de recibir algunas noticias alarmantes.  Al final vinimos y en nuestra estancia en el país, no tuvimos ningún problema, mientras eludimos el triángulo maldito formado por la Isla Testigos, Isla Margarita y el Golfo de Paria, donde lo mínimo que te puede pasar es que te asalten, te secuestren o que te maten. La situación de pobreza conduce en muchos casos a que la delincuencia sea un “Modus Operandi” de ciertas personas, con el beneplácito de las autoridades.
Otro grave problema de aquí es la inseguridad jurídica que plantea la expropiación arbitraria a que juega el actual gobierno. Esto crea una parálisis inversora dado que muchos desisten de montar un negocio ante el riesgo de que pueda pasar a manos del estado y que te compensen irrisoriamente. He oído un discurso del jefe del gobierno de esta Republica Bolivariana decir que quería expropiar los yates de los ricos para con ellos llevar a los pobres a los Roques para que disfruten de las bellezas de ese idílico entorno. Evidentemente con este mensaje es difícil que un país avance.
Venezuela es un país de fuertes contrastes. Estuvimos atracados en la lujosa Marina de Bahía Redonda en Puerto de la Cruz, reducto de la clase adinerada del país, una especie de Port Saplaya pero de mucho nivel, con canales y casas de súper lujo con el barquito a la puerta de casa. A unos pocos metros de esta opulencia se encuentra la realidad de la inmensa mayoría de los venezolanos, casas humildes, carreteras destrozadas, suciedad, coches desvencijados que derrochan la gasolina por los tubos de escape,…
Y podemos también continuar hablando de las exuberantes chicas de plástico que proliferan por doquier, sobre todo en la capital, pero acabaré diciendo que pese a las adversidades, este pueblo es amable, sabe pasárselo bien, ayudados por su bebida nacional, el ron, y escuchando la música local a todo volumen.
No os perdáis Los Roques e Isla de Aves, son lugares increíbles para disfrutar.

2 comentarios:

  1. Suscribo totalmente este fino análisis.
    Especialmente lo de que Aves está muy bien..

    R.

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  2. Eres algo así como "WikiToni"...y lo que estamos aprendiendo y descubriendo contigo??. Un beso.

    Carmen

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