Los temporales y los fuertes vientos nos persiguen también en el mar Mediterráneo. El martes pasado soltamos amarras en el puerto de Barbate y tras una cómoda travesía a vela cruzamos el estrecho de Gibraltar y recalamos en Marina Bay en Gibraltar para pasar la noche. El miércoles reanudamos nuestra singladura navegando por el Mar de Alborán y pronto se estableció un fuerte temporal de poniente que nos hacía navegar a toda velocidad. Por la noche el viento arreció y soplaba entre 38 y 45 nudos, con rachas de 50 nudos y olas de 4 metros. La mayoría de la tripulación de “proyectos” de Capitanes de Yate en prácticas me comentó que nunca en su vida marinera habían navegado con tanto viento y mar, y se sentían seguros y sorprendidos al mismo tiempo por lo bien y lo fácil que es navegar en el Sirocodiez en estas duras condiciones.
Cada navegante debe conocer los límites de su barco y los suyos propios. Asimismo, debe intentar navegar con un poco más de viento que el que tuvo la última vez para mejorar sus destrezas y poder estar preparado antes condiciones duras.
El jueves rebasamos a las 10 horas el Cabo de Gata y pudimos fondear en la Isleta del Moro para descansar y comer tranquilos. Por la tarde llegamos finalmente al puerto de Garrucha, donde el temporal había remitido y hoy viernes navegamos con una mar en calma rumbo al Cabo de Palos.
Algunos de vosotros me preguntáis qué posibilidades tiene una navegante de hacer un viaje largo por mar. En primer lugar, el barco no puede ser una motora porque no son de fiar con mal tiempo y no tienen autonomía de combustible para largos viajes. Se necesita un barco de vela, muchos navegantes ya lo tienen y quizá también algo de dinero, pero desgraciadamente les falta el tiempo. Para un viaje al Caribe son necesarios entre 6 y 8 meses para ir, estar y volver. Para una vuelta al mundo se necesita un mínimo de 2 a 3 años. Tened en cuenta que un velero, a diferencia de una motora, es seguro el cualquier mar, pero desarrolla una velocidad baja y necesita esperar en cada mar del mundo la mejor temporada para tener vientos a favor en su singladura.
Elegir el destino para un navegante europeo es fácil porque las posibilidades son muy reducidas y enseguida lo vais a entender. En verano nadie va al Caribe porque hay huracanes y en el Mediterráneo hace buen tiempo. Cuando llega el frío a Europa es tiempo de emigrar como los pajaritos y buscar el buen tiempo. Moverse por el Mediterráneo queda descartado porque en invierno es un mar hostil y hace mucho frío. Intentar ir por el Mar Rojo y el Océano Indico es una locura porque no hay infraestructuras, y como es obligatorio pasar por el estrecho de Adén y Somalia, allí te están esperando los piratas para cortarte el cuello. Descartado el este, también descartamos el norte de Europa. La costa oeste de África es otra locura porque sus países ribereños son inestables, no tienen infraestructuras y los yates no son bienvenidos.
Al final solo queda ir hacia el Sol poniente. Tenemos la posibilidad de cruzar las complicadas calmas ecuatoriales e ir a Brasil o mejor navegar impulsados por los Alisios hasta las Antillas y disfrutar allí de un cómodo invierno tropical, que no suena nada mal. Cristóbal Colon, tras muchas reflexiones, y un poco de suerte, mostró cómo se podía ir a las Indias Occidentales y sobre todo como volver de allí.
Los vientos alisios se originan por el movimiento de rotación de la Tierra. Las calmas ecuatoriales del Océano atlántico están situadas entre los 5 y 10 grados norte y son una zona de convergencia de los alisios del NE del hemisferio norte y los alisios de SE del hemisferio sur. Por el norte de las calmas tenemos vía libre para tener una buena singladura navegando a vela desde las Canarias hasta las Antillas empujados por los vientos alisios que soplan regularmente desde Noviembre hasta Enero, meses de iniciar la travesía de ida.
La vuelta desde el Caribe hasta Europa depende de la posición del Anticiclón de las Azores. En invierno y primavera está situado más al sur lo que deja una ventana abierta para el paso de todas las borrascas que vienen de América asegurando días de mal tiempo en España y en el resto de Europa. Los veleros, como es nuestro caso, que iniciamos la vuelta en Marzo o Abril tenemos asegurados vientos fuertes del Oeste y mala mar. La travesía de vuelta se iniciaría en mayo o junio si queremos volver con unas condiciones mejores, coincidiendo con el inicio de la temporada de huracanes en el Caribe.
Atracados en las Azores, en un día ventoso y con muy poco espacio en la marina, presenciamos varios intentos infructuosos de atraque del velero “Nicole” de 15 metros tripulado por dos parejas de jóvenes franceses. Sentíamos en el rostro fatigado de su joven patrón su frustración. Al final con un poco de ayuda pudieron felizmente atracar el velero y en su caras vimos la alegría que se reflejaba llegar a puerto después de 45 días de difícil travesía desde Brasil hasta La Rochelle en la costa atlántica francesa. No es una ruta habitual de navegación y se tuvieron que enfrentar a condiciones muy variables de viento y del estado del mar. Sí, fueron 45 días de travesía y aún les queda llegar a Francia por el complicado cabo de Finisterre y el Golfo de Vizcaya.
Volviendo a nuestra travesía, en estos momentos tenemos el Cabo de Palos por la proa y tras rebasarlo nos dirigiremos al puerto de Torrevieja para pasar la noche. El próximo domingo 22 a las 12 horas del mediodía atracaremos en el Real Club Náutico de Valencia y daremos por concluido nuestro bonito viaje.
La tripulacion al completo posando en Marina Bay, Gibraltar, tras completar nuestra primera etapa recien llegados de cruzar el Estrecho de Gibraltar
Aqui estamos analizando el parte metereologico en un archivo U-Grib y vemos que el Mar de Alboran va estar muy revoltoso a nuestro paso
Temporal duro en el Mar de Alboran, con vientos de 38 a 45 nudos, con rachas de 50 nudos y olas de 4 metros. Por la proa el Cabo de Gata.
La tripulación brindando por haber sobrevivido a las furias de Eolo
Aqui teneis lo aplicados que son mis alumnos, "Proyectos de Capitanes de Yate", uno atento al rumbo, otros con el calculo de la meridiana y tomando la altura instrumental del Sol
En el Sirocodiez se come muy bien
Fondeados en la Isleta del Moro y aprovechamos para practicar con el Sextante
" Sueños de marino"
Atracados en el Náutico de Torrevieja
Disfrutando de las empanadillas de la madre de Vicente. Mis felicitaciones
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