Hoy domingo, 21 de enero, día del señor, estamos fondeados en Isla Aves de Barlovento, donde llegamos ayer por la tarde , frente a una preciosa playa invadida por manglares repletos de …aves!!
Es la isla más grande de un espectacular atolón coralino desierto y apenas frecuentado por pescadores.
Ayer estuvimos paseando por la playa y aprovechamos para seguir recolectando “tesoros”, así llamamos abordo a los pequeños y no tan pequeños corales muertos, caracolas, piedras agujereadas y algún que otros objeto no clasificable.
Paseando por la playa de arena blanca nos encontramos con una caseta ruinosa, construida con coral y junto a ella una cruz que señala la tumba de Eladio, cubierta de caracolas.
Al volver hacemos cena mexicana, con fajitas, guacamole y las merecidas cervezas, tan necesarias para que podamos soportar a algún que otro tripulante.
Creo que salí bien parada de la cena a pesar del nivel culinario y la competitividad desatada en la cocina.
Y luego la cata de ron acompañado de chocolate venezolano.
Por las mañanas no perdonamos ni el baño ni el saludo al sol guiados por Ignacio nuestro yogui.
Eso sí, mas tarde nos recompensa un pantagruélico desayuno.
El único mal rato para mi es cuando todos se van a bucear y desaparecen en el horizonte.
Se me hace interminable hasta que vuelven a aparecer a lo lejos. Entonces los cuentos uno por uno para comprobar que están todos, pues aunque no me han querido dar detalles se que han tenido alguna experiencia extrema.
Por la tarde nada mas comer, nos vamos a explorar los manglares, en busca del rincón de los secretos, un lugar donde todos los barcos que han pasado por isla aves dejan algún mensaje.
Las nubes negras ya anunciaban la inevitable lluvia tropical que nos cae encima!!!
Esta madrugada zarparemos y dejaremos a Eladio en su maravillosa tumba.
Maria
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